Iglesia de San Julián de los Prados en Oviedo

Iglesia de San Julián de los Prados en Oviedo

La iglesia de S. Julián de los Prados, también conocida como Santugliano, data de principios del siglo IX y es uno de los principales ejemplos del arte asturiano. La iglesia está dedicada a los mártires Julián y Basilisa. La iglesia fue declarada Monumento Histórico y Cultural en 1917 y Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO el 2 de diciembre de 1998. No se tiene constancia hasta el día de hoy de la fecha exacta de construcción de la iglesia, pero se sabe que la orden fue emitida por el rey Alfonso II.

Esta espaciosa iglesia tiene una estructura basilical con tres naves separadas por columnas cuadradas sostenidas por arcos de medio punto. El iconostasio, que separa el espacio para el clero, se asemeja a un arco de triunfo. El templo destaca por su originalidad y sobre todo por su pintoresca decoración, en la que se aprecia la influencia del estilo románico. Esta iglesia fue construida como iglesia monástica y no como iglesia palaciega, aunque tiene una galería especial para el rey.

En cuanto a la decoración escultórica de la iglesia, se limita a los capiteles de mármol sobre los que se apoyan los arcos de medio punto y a las losas de mármol de la capilla central de la iglesia, decoradas con adornos geométricos y florales. Sin embargo, el elemento principal de la decoración de la iglesia puede llamarse, con razón, su colección de iconos, que es la más extensa, diversa y bien conservada de toda Europa occidental. El programa iconográfico de la iglesia se encuentra en la nave central y el crucero.